Basura espacial de Starship, asunto inevitable en busca del éxito

EL TITULO DE LA NOTA ES ESTE:

Puede que el Starship de Elon Musk haya estallado, pero incluso eso no es una mala noticia; ¿por qué?

El primer lanzamiento de prueba del cohete más potente del mundo terminó ayer de forma dramática al reventar en el cielo. Pero todavía hay mucho en juego, incluida la ambición de la NASA de volver a la Luna.

POR JOE PAPPALARDO

PUBLICADO 21 ABR 2023, 10:12 CEST

El cohete Starship de SpaceX está diseñado para lanzar cargas pesadas a órbita e incluso aterrizar astronautas en la Luna y Marte. Sin embargo, su primer vuelo de prueba terminó cuando se rompió en vuelo. FOTOGRAFÍA DE DAN WINTERSNATIONAL GEOGRAPHIC

Como prueba de vuelo, fue breve. Estas ardientes conclusiones son chocantes y no son la norma en los vuelos espaciales. Pero la destrucción de cohetes forma parte del espíritu de diseño de SpaceX y es una de las razones por las que las multitudes acuden en masa a estos lanzamientos de prototipos. Y lo cierto es que la empresa de Elon Musk no recibe con mala cara que sus prototipos se pierdan, ya que cuenta con recopilar datos críticos para diseñar y probar rápidamente el siguiente prototipo.

Más de 20 minutos después del lanzamiento, los empleados de SpaceX se agrupaban en grupos de celebración, aplaudiendo y abrazándose. El entusiasmo era total: la empresa lo considera un éxito.

También observaban los responsables de la NASA, que han puesto en manos de SpaceX su primer alunizaje en la Luna en muchas décadas. Mientras que el éxito de SpaceX se basa en asumir riesgos en aras de la velocidad, los éxitos de la agencia espacial estadounidense se basan en una herencia de deliberación y cautela.

Fracaso positivo para SpaceX

El cohete, fabricado en la planta de SpaceX frente al mar, consta de dos enormes partes: el cohete Super Heavy y una nave espacial llamada Starship. Un objetivo clave de la prueba de esta semana era determinar si las partes podían separarse de forma segura durante el vuelo a alta velocidad.

No obstante, fue un momento histórico: el lanzamiento con éxito del cohete más grande y potente jamás propulsado. La multitud de miles de personas oyó (y sintió) a ocho kilómetros de distancia el titánico estruendo de docenas de los 33 motores del cohete de 120 metros de altura encendiéndose a la vez.